Bebés Llorones Daisy
Aquí tienes en primicia mundial, de los bebés llorones a Daisy.
Es una preciosa gatita a la que le han vestido con un pijamita para que se asemaje al felino que la caracteriza.
Unas lindas orejitas rosas sobre un fondo blanco límpido, un corazón rosa también bordado en el pecho.
Y, a juego sendas huellas de gatita en los pies para hacerla aún más realista a nuestro juguete interactivo.
Es monísima tierna como ella sola y parece que nunca ha roto un plato, es lógico, pues es sabido por todos que los felinos tienen especial cuidado al andar.
Y más si hay que poner especial tiento, ya que podría pisar, sin querer, a alguno de sus hermanitos pequeños, los cry babys lágrimas mágicas.
Y ella no quiere eso, por ello está muy quietecita y callada si le mantienes con su chupete puesto.
Ella, calmada y parsimoniosa chupando, dale que dale a su pacificador sin meterse con nadie.

¿Sabéis qué pasa cuando lloran y no echan lágrimas los bebés llorones?
Esa es una de las preguntas que muchos clientes nos hacen, por ello os lo contamos todo para que podáis seguir disfrutando del sufrimiento de oírles sin tregua llorar.
Pues lo que ocurre es que, como todo, se gasta o consume, esto es: en la cabecita tienen un tapón que hay que rellenar de agua del grifo para que pueda tener conbustible para llorar.
Está diseñado para que tenga mucha capacidad, pero más tienen ellos de no parar de gimotear si no les calmas, bien acostándoles y cantándoles.
O bien poniéndoles corriendo el chupete, son las dos únicas formas de poder vovler a la tranquilidad y paz del silencio sepulcral.
Pero….. como todo… tiene un límite.
Como también echan lágrimas reales sin límite (aparentemente), al final se acaba gastando el depósito del agua.
Basta con rellenarlo y asegurarse de volver a cerrar bien el tapón una vez acabada la tarea de repostaje (recomendamos que ésta tarea la haga un adulto o supervisado por uno responsable).
Ya tienen combustible para poder volver a dar la lamentosa chapa unas cuantas horas más ¿lo aguantarás?.

